Sara García Vila, Rubén Nieto y Francisco Ciudad son estudiantes de doctorado en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alcalá de Henares. Los dos primeros además son Helpers 3D gracias a su colaboración con Ayúdame3D, una asociación que trata de mejorar la vida de personas sin recursos a través de la tecnología.
Desde el pasado mes de mayo, los tres jóvenes han fabricado cuatro ‘trésdesis’, prótesis consistentes en distintos brazos impresos que se ajustan a la última articulación que tenga el usuario, ya sea muñeca, codo u hombro.
La asociación gestiona las peticiones, procedentes de todo el mundo y las reparte entre los 50 Helpers 3D voluntarios que se han embarcado en el proyecto. Las cuatro creaciones del equipo de la universidad alcalaína ya tienen sus destinatarios en diferentes países de Latinoamérica.
Ingeniera biomédica, Sara García centra su investigación de doctorado en una electrónica englobada en un sistema para monitorizar los ejercicios de rehabilitación de personas mayores. Una innovación social de largo plazo. “Nos enrolamos como Helpers 3D en parte por una frustración que compartimos muchos estudiantes de doctorado. Nos pasamos años investigando sin ayudar directamente a nadie. Con las trésdesis teníamos la oportunidad de actuar ya”.
Trésdesis para todos
García y sus dos ‘socios’ decidieron aprovechar al máximo el tiempo que pasan en la Universidad. Rubén Nieto aportó la impresora 3D, “parada en casa desde hace tiempo”. Desde Ayúdame3D indican que el objetivo es que las trésdesis sean lo más baratas posible y que los elementos con los que estén fabricadas sean fácilmente reemplazables.
“Lo principal en la impresión de la trésdesis es el filamento de plástico, del tipo PLA, más fácil de imprimir. También son necesarias gomas, parecidas a las que se emplean en ortodoncia, e hilos de pesca, que actúan a modo de tendones”, señala Sara García.
Para evitar molestias y rozaduras, el equipo de la UAH añade un acolchado de espuma o similar recubierto con cintas de kinesio, utilizadas en fisioterapia. Por último, velcros o cintas ayudan a colocar la prótesis. Algunos de los modelos requieren que distintas partes sean atornilladas.
Tras el montaje, y después de asegurarse de que todo funciona, los estudiantes gestionan el envío de la prótesis. “La asociación indica al usuario cómo ponerla y quitarla. A veces recibimos un pequeño vídeo del destinatario probándola. Es lo más emotivo. Ver cómo hemos cambiado la vida de una persona”.
Cómo colaborar
La ‘trésdesis’ no es la panacea, no permite, por ejemplo, coger elementos grandes o pesados, pero sirve para mejorar la calidad de vida de los afectados por una amputación de brazo. Les proporciona un apoyo para realizar tareas de agarre o sujeción que antes eran imposibles. “Son una solución para quienes no pueden acceder a otro tipo de prótesis más sofisticadas, pero también muchísimo más caras, a un coste cero para ellas”.
La iniciativa ya ha llegado a más de 35 países y sigue creciendo. Cada vez son más los voluntarios dispuestos a colaborar. La comunidad universitaria también lo puede hacer, comprando llaveros en 3D, que se pueden adquirir de dos formas: a través de la página web de Ayúdame3D o en el laboratorio de la Escuela Politécnica.
El dinero recaudado está destinado a la adquisición de material y el sobrante va a parar a la propia asociación. Los interesados también pueden solicitar el llavero o más información en esta dirección de mail: helpersuah@gmail.com.
Visto en: innovaspain