Cómo funciona la impresión 3D con luz: la técnica que promete revolucionar el mundo de las impresoras 3D

Desde órganos o prótesis a filetes de carne: la impresión 3D se ha vuelto una realidad, y cada día está más presente en nuestras vidas. Se trata de una tecnología que avanza a un ritmo vertiginoso y desde hace unos pocos meses un grupo de investigadores de la universidad de Berkeley parece haber dado con un método que podría revolucionar este campo.

Es lo que han bautizado como impresión 3D con luz. ¿Cómo funciona? Es una variación de una técnica muy utilizada en cierto tipo de impresoras 3D, llamada estereolitografía. En la estereolitografía se proyecta un láser sobre una resina fotosensible, que se va poco a poco solidificando. En cuanto ha terminado de solidificar una capa, pasa a la siguiente, y así hasta que termina por modelar el objeto en cuestión.

Pero la impresión 3D con luz es diferente. En lugar de un solo láser, lo que hace es utilizar dos luces, que se encargan de controlar en qué partes se tiene que endurecer la resina y en qué otras debe permanecer en estado líquido. Lo que hacen es proyectar el objeto con estas luces sobre la resina, trabajándolo como un todo y superando la limitación de tener que ir capa por capa.

Se proyecta una imagen bidimensional sobre una resina fotosensible colocada sobre un bote rotatorio. La luz hace que la resina se solidifique y se forme el objeto que queramos.
Imagen: Lawrence Livermore National Laboratory

¿Qué mejoras conlleva esta nueva técnica?

Lo que permite es que se pueda solidificar la resina mucho más rápido, reduciendo enormemente los tiempos de fabricación. Además es mucho más versátil, ya que permite la posibilidad de crear objetos que contengan otros a su vez (como por ejemplo un destornillador).

Hasta ahora la impresión 3D se ha visto muy limitada por la lentitud del proceso, pero con este nuevo sistema se podrían fabricar objetos a gran escala. Esta técnica todavía tiene algunos detalles que pulir, pero las posibilidades parecen infinitas.

Visto en Gizmodo