Como nuevo sistema de seguridad que pretende evitar el hurto de ruedas, Ford, en colaboración con EOS, ha desarrollado una tuerca antirrobo mediante impresión 3D y reconocimiento de voz.
En los últimos años, los sistemas de seguridad que incorporan los automóviles son cada vez más sofisticados. Atrás quedaron los días en los que el método más común para proteger los coches era la cadena antirrobo que se enganchaba entre el volante y el freno.
A pesar de que cuando se habla de sistemas de seguridad se suele pensar en la prevención y protección frente a los accidentes, el desarrollo de los sistemas de protección del vehículo frente a los ladrones ha sido uno de los principales focos de la industria durante la última década, lo que ha dado como resultado métodos cada vez más efectivos para evitar los delitos. Por el mismo motivo, muchas veces los ladrones optan por sustraer partes individuales. Uno de los objetivos que suele estar más a mano son las ruedas.
Un buen método antirrobo consiste en utilizar tuercas de seguridad, una para cada rueda, las cuales necesitan un adaptador especial o una llave para aflojar. Aun así, este sistema no es infalible. Por ello, Ford ha desarrollado un sistema de tuercas de seguridad mediante tecnología de impresión 3D.
La principal novedad de este sistema de seguridad es cómo la voz es importante para su creación. A diferencia de lo que pueda pensarse, la tuerca no reconoce la voz al momento de abrirse. Por el contrario, para fabricar la tuerca se registran las ondas de sonido que produce una corta frase pronunciada por el propietario. Después de ello, el patrón resultante se imprime en formato circular, lo que determinará las muescas de la tuerca.
La llave de seguridad se adapta a este patrón y se fabrica a la vez. Esto hace que cada usuario disponga de un dispositivo de seguridad propio y único, lo que hará que las posibles réplicas o llaves robadas no se puedan utilizar en diferentes modelos.
El trabajo de Ford con tecnología de impresión 3D
Ford también ofrece la posibilidad de que el diseño individual no esté basado en la voz, sino en figuras específicas, que tengan algún tipo de significado para el conductor, como una serie de iniciales o siluetas básicas, como las de circuitos famosos.
“Reforzar la seguridad de las ruedas y ofrecer mayor grado de personalización son solo dos ejemplos que demuestran el potencial de la tecnología 3D aplicada a la producción de coches”, ha declarado Raphael Koch, ingeniero de investigación de materiales de Ford Europa.
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