Hay muchos tipos de impresoras 3D, una de las más grandes es la que tiene capacidad para imprimir edicificios, un reto que ahora se lleva al extremo en una obra alemana.
Las impresoras 3D va cobrando cada vez más protagonismo en el día a día de sectores completamente diferentes en todo el mundo. Van desde la posibilidad de arreglar submarinos en Australia hasta ser un asistente para cirugías con una complicación extra en España. Un tipo de tecnología que también se aplica a la construcción, y que alcanzará un hito: levantar un edificio de tres pisos, 380 metros cuadrados en sólo seis semanas.
Peri, una empresa de encofrados y andamios especializada en la construcción a través de impresión 3D, ha comenzado a usar en Alemania la BOD 2 de COBOD, una impresora 3D de cemento que presume de ser “la más rápida del mercado’. El objetivo es levantar unos apartamentos de tres plantas de altura a base de impresión 3D, y en tiempo récord.
La BOD 2 es una impresora 3D modular de gran tamaño (mide 12,5 m de ancho, 15 metros de largo y 7,5 m de alto) capaz de imprimir a una velocidad hasta 1 metro por segundo, lo que equivale a levantar un doble muro de 1 metro cuadrado en cinco minutos. Además, tiene una capacidad de imprimir hasta 10 toneladas de hormigón por hora.
La BOD 2 posee un cabezal de impresión que se mueve alrededor de tres ejes sobre un marco metálico, de esta manera, la impresora descarga el hormigón como lo haría una impresora 3D tradicional con el filamento de plástico. Puede moverse en cualquier posición dentro de la estructura y solamente necesita calibrarse una vez. Un mecanismo que ahorra tiempo y reduce costes.
Al igual que sucede en la impresión 3D tradicional, el proceso se realiza a capas. Cada pared va creciendo en altura de forma progresiva y gradualmente. La impresora extruye una mezcla de cemento de una boquilla y con la cantidad precisa para que el muro quede fuerte y compacto sin necesitar ladrillos. Tanto el cabezal de impresión como los resultados son controlados por una cámara, aunque el proyecto también requiere la presencia de dos operadores para ejecutar la impresora y de otros albañiles que realizan a la vez otros trabajos de construcción mientras la máquina está en uso.
Cómo imprimir una casa
El material que se está utilizando para producir el hormigón es i.tech 3D, que ha sido desarrollado por HedielbergCement específicamente para este proyecto. Eso sí, la impresora tiene capacidad de manejar hormigón real y no solo morteros hecho a conciencia.
“Las propiedades de i.tech 3D se adaptan a los requisitos específicos de la impresión en 3D con hormigón. Nuestro material tiene excelentes características de bombeo y extrusión, y funciona perfectamente con la impresora BOD 2″, explica Jennifer Scheydt, directora de ingeniería e innovación de HedielbergCement.
La BOD 2 ha sido certificada de tal manera que “es posible realizar trabajos dentro del área de impresión mientras la máquina está realizando sus tareas”. Como la compañía señala, esto significa que el trabajo manual, como la instalación de tuberías, se puede integrar fácilmente en el proceso de impresión. Así, la construcción 3D tiene en cuenta tanto las tuberías como las conexiones de agua y electricidad, que las instala un fontanero y un electricista.
“Al imprimir el primer edificio de apartamentos en Alemania, estamos demostrando que esta nueva tecnología de construcción también se puede utilizar para imprimir unidades de vivienda a gran escala. En términos de construcción en 3D, estamos abriendo áreas de aplicación adicionales en un nivel completamente nuevo”, apunta Thomas Imbacher, director general de marketing e innovación en PERI.
Mes y medio
El proyecto se encuentra actualmente en marcha y la impresora 3D ya ha completado el primer piso. La compañía espera que todo el proceso tarde aproximadamente seis semanas en completarse, aunque posteriormente quedarán algunos trabajos de construcción pendientes que realizarán humanos, como instalar los accesorios eléctricos o la plomería.
Al finalizar el proyecto el edificio medirá 380 metros cuadrados habitables, que se distribuirán en tres plantas y un sótano. En total, esta obra construida con una impresora 3D contará con cinco apartamentos independientes, de los cuales cuatro se pondrán en alquiler; mientras que el último servirá como piso piloto.
Este proyecto puede demostrar el potencial que tiene actualmente esta tecnología con vistas al futuro, sobre todo en la arquitectura. Cada día parece más claro que la impresión 3D tendrá un papel importante en el sector de la construcción, incluso ya se está utilizando para construir un barrio entero o puentes de hormigón.
Visto en: El Español